Hace un buen tiempo en la ruta que solía tomar para efectuar parte de mis actividades me encontré con la sorpresa de que en la avenida principal de mi pueblo abrió un nuevo local o salón de arcades o recreativas, de maquinitas pues, me parecía curioso que en estos tiempos alguien pueda ver negocio en este rubro, antes de seguir, estoy seguro que tú querido lector sabes ya o tienes una idea de lo que son las recreativas, en caso de que no, un salón de arcades o recreativas como su nombre no lo dice se refiere a esos salones o locales dedicados a la renta de diversas maquinas con los arcades o videojuegos del momento y no tan del momento, donde felizmente podías ir a gastar montones de domingos o mesadas teniendo siempre el particular cuidado de a quien le ganabas en una reta de The King of Fighters pues podías perder no solo tu dinero sino también la vida.
Un local
de maquinitas pues.
hoy en
día es muy difícil ver salones dedicados a este pasatiempo, salvo por los que
puedes encontrar en alguna plaza comercial con juegos exclusivamente para niños
que no son amantes o aficionados a los videojuegos y que realmente son una
mierda perecedera, lo más común es ver una de estas “maquinitas” en alguna
farmacia (que con las tiendas de genéricos y similares también se están
extinguiendo, humano drogadicto) o en una tienda de abarrotes (otras que
también peligran con la llegada de su depredador natural El OXXO, humano
consumidor) ya empolvada, ya sin vida, ya sin gracia.
Con la
llegada de las consolas de videojuegos y el diferente enfoque que se le dio a
estos últimos, los salones de arcades fueron perdiendo seguidores y quizás poco
más con los poseedores de dichas consolas ya liberadas o como comúnmente dicen,
“pirateadas” pues muchas de ellas permitían así -gracias a otro enemigo dígase
“emuladores” que son programas que pueden reproducir copias digitales de todos
estos juegos que muchas ocasiones ni siquiera habían salido oficialmente para
consolas de hogar- jugar estos títulos de forma gratuita o con una inversión
monetaria menor, claro que para esto se requería un poco de colmillo.
Aunque
esto último no fue la única causa, si fue un golpe bastante fuerte, por esto,
fue toda una sorpresa para mi ver aquel local siendo acomodado y recibiendo lo
que parecían ser los últimos detallasos para quedar lo más galante posible para
su presentación.
Acá en mi
pueblo acostumbran hacer una ceremonia de apertura a la menor provocación,
suelen contratar equipos de sonido con bocinas gigantes que amplifican el
sonido hasta romperlo y distorsionarlo por completo, así como edecanes de
abundantes carnes que mueven sus traseros en un pasito sin ritmo que recrean en
un mismo lugar sugiriendo un sensual baile que de baile nada tiene y de sensual
menos sino de invitación a ver sus carnes de cerca a cambio de recibir un
volante publicitario, todo esto en un ingenioso movimiento que les permite
aguantar todo el día trepadas en semejantes tacones sin terminar con espolones,
y si alcanza el dinero, un tipo con voz incomprensible que con gran premura
anuncia lo que ofrece el comercio que en el mejor de los casos entras a
descifrar o enterarte por ti mismo que diablos blasfema aquel musculoso
locutor.
Esto pasa
en tiendas de todo tipo, locales de algún mercado, aniversarios, promociones,
liquidaciones, mitin político, hasta para cuando el comercio o tienda cambia de
nombre o dueños, pero esta vez no, nadie avisó del arribo de esta vieja amiga
que desapareció por largo tiempo y regresó sin hacer ruido.
No supe
cuando abrió sus puertas pues de un día de cerrado el local pasó a abierto sin
nada que decir más que ahora era posible asomarse a sus adentros, tal fue la
sorpresa de su silencio que dejé pasar un día pues la ausencia de catadores me
hizo pensar que aún no había servicio, al día siguiente me presenté solo para
curiosear que tenía para ofrecer, claro que de recreativas no tenía nada,
abundaban las máquinas de azar, esas tragamonedas todas con la mecánica de
meter un determinado número de pelotitas al estilo del clásico pinball en
diversos orificios de distintos puntajes custodiados por pequeñas tornillas que
dificultan la ya difícil y pésima puntería, dotadas de las melodías más
mierderas que pueden existir que indignas de ser llamadas melodías son, (me
pregunto si habrán sacado la del baby shark jeje humano mamalon) que con la
falsa pretensión de ganancia van ilusionando a pequeños incautos y desesperadas
doñitas con sonidos de monedas cayendo que simulan un gran botín cuando solo
regresan una pequeña parte del que ya han perdido, al menos eso le pasó a aquel
fulano que brincaba de gusto con el sonar de esos metales cayendo en una bandeja
de aluminio que incrementa el sonido de aquellos 50 pesos que ganó después de
haber metido ya 100.
Las
tres máquinas de arcades que por cierto dos de ellas estaban vacías (sin ocupar
pues) se trataba de las ahora casi comunes “multijuegos” que aunque desde el
día de su aparición hace ya varios años no me gustaban para nada, comprendo que
es un completo alivio para aquel que pretenda invertir en la renta de estas
máquinas pues así puede llegar a muchos más niños rata con menor precio pues,
no se compara la rentabilidad de una máquina con un solo juego que a riesgo de
que ya no tenga seguidores puede quedar obsoleta o en el mejor de los casos con
un margen de ganancia bastante limitado que la que contiene diversas opciones
para los diversos gustos que puedan sobrar en esta moda videojueguil.
Y por si
es necesario explicar, un arcade o maquinita multijuegos, es el invento pirata
de las maquinitas, pues en un principio estos muebles se compraban o rentaban
con un único juego, que por lo general se trataba de un título nuevo
estrenándose, dígase secuela o propuesta nueva, estos venían con una placa
dentro del mueble tipo placa madre o “Motherboar” de un pc, hecha
específicamente para reproducir de la manera más optimizada dicho videojuego,
con el pasar del tiempo y la mejora en tecnología y claro la mejora en
emuladores –los cuales ya mencioné- salieron estas versiones pirata de las
maquinitas donde con una placa pirata y buen espacio en memoria, puede albergar
y reproducir hasta mil juegos, nunca los he contado claro, pero así a simple
vista son como mil, y si te preguntas ¿por qué piratas? Pues porque en la lista
de juegos disponibles las casas desarrolladoras y por lo tanto las licencias
son diferentes en cada tantos juegos, claro que hablando de rentabilidad sabes
cuál te conviene, pero hablando de honor…..ya hablare de eso.
Me parece
que doy demasiadas explicaciones sin la certeza de que alguien vaya a leer
esto, si tú lo lees dale un like para seguir publicando mis textos acá en el
face ¿no? O comenta o comparte o dime que estas vivo.
Suelo
interpretar todo lo que llaman evolución como decadencia, no sé si tenga polos
invertidos, gustos viceversos, rebeldía caga choros o que simplemente sea
diferente o vea algo que tú no, pero me ha pasado mucho, aquí por ejemplo,
recuerdo que a la llegada de estas máquinas multijuegos allá en mi amado pueblo
hace ya bastantes años, como veinte años me parece, claro que era novedoso y
mis compañeros de parranda gamer (jugones) se sentían en la cumbre del éxito de
las recreativas pues soñaban con el día en que todo el local o salón estuviera
lleno de estas multijuegos para así no esperar a que terminen de jugar otros en
caso de que la maquinita con el juego solicitado estuviera ocupada y no se
tuviera el tamaño adecuado de testículos para retar a aquel acaparador en su
partida obligándose a esperarlo y conformarse con algún otro juego no tan
deseado y así mismo para el caso contrario cuando no faltaba el que si tuviera
los tamaños para retarnos y terminar con nuestra partida en aquellos días donde
cada vez se volvía más difícil contar con algunas monedas ya sea por la
situación económica de nuestros padres, tíos y abuelos o porque estos mismos ya
se olían en donde nos gastábamos aquellos contables -en una palma de nuestra
pequeña mano- pesitos y se negaban rotundamente a que sean dedicados al
entretenimiento con el viejo decreto de “primero lo que deja y luego lo que
apendeja” anqué lo que les deja los traiga bien pendejos.
Con estas
multijuegos sería la oportunidad única para aspirar a pasar un mayor tiempo en
estas muertas recreativas, creían se trataba de la evolución de las maquinitas,
pero yo estaba en contra de estas máquinas pues para mi estaban en contra de
todo el significado, honor y sentido de las recreativas, pues poco a poco se
fueron convirtiendo en prostitutas con placeres momentáneos para niños rata,
abriendo sus piernas para saciar los precoces desahogos de estos viciosos
difuntos reduciendo el sistema de diversión a un simple “jugar por jugar”
Y en eso
terminaron, efectivamente la exclusividad murió, la superficialidad desplazó lo
espiritual nuevamente, pues poco a poco los grandes salones de arcades se veían
reducidos a estancias cada vez más pequeñas y con menos maquinitas, la última
vez que vi abierto mi local favorito, solo tenía dos maquinitas ambas
multijuegos vacías a comparación de las hasta quince unidades que llegó a tener
y el espacio del salón era tan pequeño que parecía se habían cambiado a la
cabina donde te cambiaban las monedas, una renta de local bastante más ligera
debo suponer, “para que rentar tantos equipos si con solo tres tengo la misma
cantidad de juegos y hasta más, ahorro en la renta y en mantenimiento” debió
pensar aquel dueño en el momento cúspide de la oportunidad de evolucionar su
cartera, la atractiva chica de la cabina de cambio ya no estaba más, la habían
despedido matando así el sueño y oportunidad que tenia de casarme con ella
aunque tuviera veinte años más que yo, ahora los dos muebles jugabilisticos
estaban encadenados al muro y solo se los encargaban al comercio de un lado, un
completo deterioro fue evidenciado por mi condición infantil y muchos de mis
amigos que resentimos esta perdida pues no solo se trataba de ir a jugar o
gastar dinero.
Cuan emocionante
era para mí regresar cada semana para descubrir si alguien ya había superado mi
record en el metal slug 3, o mirar con admiración aquella gran habilidad de
aquellos contendientes en las incansables retas del the King of fighters, ver
chorros de sudor de aquellas hermosas doncellas de piernas relampagueantes en
la máquina de baile o aquel par de elementos trueno dando golpes a la velocidad
de la luz a un pequeño disco plástico en la mesa de hockey sin contar las
imposibles jugadas y maniobras de aquellos largos partidos de futbol en el ya
clásico futbolito, o simplemente sentarse dentro del salón empapándose de esa
feliz convivencia dialogando nuevas experiencias y conociendo amistades de
juego.
De
regreso al presente.
Continuaba
la decadencia, las tres máquinas multijuegos que tenía este nuevo local del que
hablé en un principio, solo contaba con versiones modificadas de los clásicos
arcades, por alguna razón no se molestaron en agregar las versiones originales,
esto como consecuencia recrea batallas y retos mediocres con pseudo jugadores
que lo único que hacen es spamear especiales o presionar los botones sin
sentido que igual la ventaja que tienen en estas versiones “Hack” o “plus” no
les pide el mínimo de esfuerzo o práctica lo que atrae a diversa rapiña que con
sus hedores a tabaco apestan el local ahuyentando a los pequeños curiosos
creando mala fama a estos lugares que de estancias pasatiempo y entretenimiento
se convirtieron en recinto de ocio y perdición.
Fue
triste pues así mismo terminó esta desvalorada opción de entretenimiento en mi
pueblo, como una mujerzuela que todos los días abre sus piernas para invitar a
sus adentros a pequeños roedores a pasar todo el tiempo que puedan pagar con
esas monedas que van a parar al impío del gaming, pero que bueno que pasó, pues
pude darme cuenta que los tiempos cambian para bien, aún sigo pensando en que
lo que llaman evolución yo lo llamo decadencia cuando su supuesta evolución se
encuentra en superficie y materia, pero en que hay que dejar el pasado en el
pasado es algo en lo que estoy de acuerdo, las recreativas fueron los
principios y bases para lo que es ahora la industria de los videojuegos, sin
ellas, todo esto no sería lo que es hoy, llegaron hasta donde tenían y así
mismo tuvieron que revestirse de nuevos ropajes con las actuales y novedosas
consolas en esta nueva generación y venideras, el problema son las
clasificaciones y etiquetas que no nos permiten ver cuando un concepto ha
cambiado o mejorado, pero ahí están, donde las dejaste, de distinta manera,
pero nunca murieron, solo cambiaron.
Claro que
la nostalgia es traicionera pues hay muchas memorias e historias negativas y
poco objetivas sobre este entretenimiento, y en efecto ya había escrito varios
párrafos sobre ello, pero decidí guardarlo aplicando la bella medicina del
colibrí, me quedo con el néctar de aquellas flores del árbol de los recuerdos.
¿Qué cuál
es la medicina del colibrí?
Ya
hablare del tema, por ahora, gracias por leer.
Y a todo
esto ¿Hay recreativas dónde vives?
No hay comentarios:
Publicar un comentario