jueves, 20 de agosto de 2020

La filosofía de Adolfo Hitler, La nueva “Normalidad” y la Farsa del COVID

Hitler decía que con el tiempo una mentira se convertirá en verdad, su jefe de campaña al inicio de cada discurso repetía, “Una mentira repetida mil veces se volverá una verdad”

Si algo he aprendido en este caminar es que el conocimiento puede ser un riesgo, pues recibimos información de cualquier lado y poco reparamos en descubrir la fuente, si es verídico y ya ni se diga el origen, pareciera que nos basta con que “parezca” verosímil para adoptar dicha información y –si es el caso- repetirla como un borreguito balando al sonido de otro borreguito que se le ocurrió balar un momento antes.

Pero ¿Qué pasaría si el chingado borrego decidiera cerrar el hocico?

Por supuesto que el animalito no puede detenerse a pensar si lo que dijo su hermano borrego es una verdad, o lastima a otro borrego o si su espontaneo balido tiene fundamentos para ser digno de ser replicado, ¿Qué tal que el primer borreguito soltó un balido que significa “soy puto”?

Claro que el borreguito no lo hace, pues en su condición animal su comportamiento se basa en el instinto, y reitero el instinto como condición animal, no humana.

¿Qué pasa cuando un humano replica estos comportamientos instintivos? Pues en mi opinión, reafirma la idea de la evolución, que no es la primera vez que pisamos esta tierra y que muy probablemente en esas anteriores oportunidades, no siempre fuimos humanos, eso explicaría muchas cosas, de lo contrario y opuesto al sentido de la “Evolución” seria que “El Instinto” – muy a pesar de que se presente más como un padecimiento que como una virtud- es normal en el humano, pero quizás me he salido de contexto.

Para una conciencia de tal evolución se requiere un cuerpo digno de transportarla, y la maravillosa ingeniería que presenta el cuerpo humano, con todos esos sentidos para percibir las más sutiles vibraciones del universo, aparte de no haber mejor vehículo para transportar dicha inteligencia, corresponde a la experiencia máxima de esta vida, la libertad.

La libertad es un mágico y muy alto dote propio de la más alta divinidad, pues desde ella se posee la capacidad única entre las especies “Decidir” pues su base ya no es el instinto sino la voluntad, así pues, tenemos la capacidad de escribir nuestro camino, de ir construyendo nuestro mundo perfecto, nuestro hogar anhelado, nuestra verdad, nuestra realidad, y he aquí la presencia del gran misterio, pues ¿Qué me anima –por ejemplo- a tomar un camino o una posibilidad entre millones de caminos y posibilidades que hay?

La respuesta es “Todos los demás”.

Todos y cada uno de los habitantes de este hermoso planeta posee las mismas cualidades que tú, todos con la mágica voluntad dicha ya, poder decidir, y vaya que se menosprecia el valor de este poder, es más, se desconoce el gran poder que tiene, un poder que –reitero- posee cada ser humano y que –como van las cosas- parece que nadie quiere accionar.

Se puede decidir amar u odiar, estar triste o feliz, enojado o alegre, decir la verdad o mentir, claro que hay mil circunstancias que circundan estas decisiones, pero son decisiones al fin.

EL COVID19 Y LA NUEVA NORMALIDAD

¿Soy el único al que la frase “Nueva Normalidad” le suena a “Nuevo Orden”?

Hay mil y un cosas que he querido decir de esta farsa (si, es una farsa, pero no te vayas, cree en lo que quieras, al menos lee el texto completo) pero cada vez que estoy a punto de publicar este escrito, algo sale al paso, así que será fragmentada y escribiré sobre esto hasta que le demos la espalda y nos liberemos juntos de esta mentira o nos cargue la chingada, que aun así seguiré sin creer en esta absurda.

Antes que nada, como ya dije, querido lector, es usted libre de pensar y creer en la verdad, historia o realidad que quiera, esta que expongo a continuación es mi experiencia, es mi verdad y le pido de corazón que no haga caso de ella, dude de ella, y salga a buscar su propia verdad, no la de otro, la suya.

Este tema se ha vuelto un tabú pues, tengo familiares, amigos y conocidos muy cercanos, muy amados que han sido convencidos por esta mentira, ya sea por la cantidad de basura que ve y escucha en los miedos…digo los medios, o porque a alguien cercano le dijeron que lo tenía o directamente a un familiar le dijeron que lo tenía y lo creyeron, y a riesgo de la incomodidad que puedan sentir al leer esto o escucharlo, no es mi intención ofender a nadie, sino todo lo contrario, invitarlos a una posibilidad de buena salud.

A mi parecer, esta farsa pone en evidencia el gran miedo a la muerte que tiene la gente, y es una gran tristeza que este canto se esté volviendo uno solo, es decir, que esta farsa está formando una idea colectiva a nivel mundial, un pensamiento unificado de gran poder, repito, lamentablemente es el miedo a la muerte, pero he aquí el rayo de luz, lo bueno de esto, la esperanza, que si bien es posible unificar la mente en un solo pensamiento, este puede ser cual sea, la propuesta es el Amor, pues si el miedo puede crear ruina como lo ha venido haciendo, imagínese querido lector invirtiendo la polaridad de este pensamiento, es decir, que en vez de tener miedo a todo, Amar a todo.

¿Dónde tiene la cabeza? Querido lector.

Una cosa es que te digan que tienes un virus y tú lo creas, y otra muy diferente que realmente tengas algo, y esto es lo más difícil de asimilar, pues esas maliciosas intenciones, esas siniestras palabras con las que inicie este escrito venidas del famoso Adolfo Hitler, se siguen manifestando hoy por hoy, y el método de repetir una y otra vez una mentira hasta que el pueblo se acostumbre a ella y la tome como su verdad está funcionando nuevamente, les funciono en el pasado, pero nunca una mentira será una verdad, sin importar las dimensiones, no me cansare de decirlo, una mentira pequeña, una mentira piadosa, nunca será verdad, la mentira siempre será mentira, la disfracen de mil maneras nunca lo será, y tarde o temprano caerán por su propio peso, toda mentira una por una, gota a gota.

El pueblo se ha olvidado que el sistema de salud en el país, (dígase seguro popular, dígase IMSS, ISSTE) pecan de ineficiencia, pecan de incapacidad, pecan de indiferencia, yo mismo fui testigo de la muerte de la abuela de un amigo a causa de la indiferencia de los que ahí laboran, ahí murió en su silla de ruedas al ser rechazada por no llevar un puto papel, y aquellos que han visitado estos edificios de la muerte sabrán de que hablo, ah pero todas son lecciones, y esta fue reveladora y es que le confiamos nuestra salud a un desconocido, y nunca tomamos responsabilidad de nuestro cuerpo, creen en la mentira de que al caer enfermos solo un doctor puede curarlos, o que tomando pastillas y drogas del negocio farmacéutico sanaran sus cuerpos, y ahí están, haciendo filas enormes en las farmacias y haciendo marchas exigiendo medicamentos, ah porque la filosofía Adolfo Hitler en algún momento te acostumbró a la idea de que el nombre “Doctor” se le aplica a una persona altamente preparada en su labor quien ejerce sus conocimientos con impecable clarividencia, viste una elegante bata blanca y por ningún motivo debes hacer caso omiso de sus indicaciones, al contrario, cree ciegamente en él”.

Hoy por hoy se ha simplificado, si tiene bata blanca es doctor, hazle caso, ahí tienes al imbécil Horacio Villalobos balando como cabra vieja “Háganles caso, ellos son los que saben, obedézcanlos”

Aquí me gustaría hacer un paréntesis para complementar lo antes escrito, pues si bien esta idea de los doctores por muy práctica que suene solo genera pereza, victimización, irresponsabilidad y dependencia, pues, se suele mirar el dedo de aquel que le señala el sol, porque la luz les quema los ojos.

El negocio farmacéutico y la mafia de la OMS (si, esa que te convenció de que hay una pandemia y debes tener miedo de tus semejantes y de tus manos) están ahí solo para dejarle seco querido lector, es decir, fungen como sistema de control para extraer todo recurso que usted querido lector pueda generar, a nivel tanto material y energético, porque si cree que solo se trata de una teoría conspirativa, ni se imagina quién o qué está detrás de estos negocios, no le alcanza la imaginación (equivalentemente a que tampoco le alcanzaría la imaginación para entender que tan importante es usted –querido lector para el universo)

Usted cae enfermo, asiste a su hospital más cercano o para el que le alcance, el tipo de bata blanca le dice que su enfermedad fue causada por un virus, le receta medicamentos, presuroso los compra y se los traga, como relojito cada tantas horas, le alivia sus síntomas y se queda con la idea de que “A que buen doctor me ha curado” y aquí se generan aquellos puntos que ya mencioné “pereza, victimización, irresponsabilidad y dependencia” pues, al repetirse la condición de enfermo a causa de la irresponsabilidad de sí mismo, se queda con la idea de que la causa es ajena a usted, y ya sea que regresa presuroso con el doctorcito que le atendió como demonio gruñón en el que se convierte por atender a otros mil irresponsables que le generan un sueldo pero eso no importa porque lo importante es que le va a curar, o sintiéndose muy chingon opta por saltarse ese paso y auto medicarse, total, ya sabe con qué se quitan sus síntomas, se traga dichas sustancias, siente nuevos síntomas pues su cuerpo no puede asimilar sustancias químicas como usted cree que lo hace y queda atrapado generando una dependencia a los medicamentos que sin darse cuenta se han convertido en el motor de su supuesta sanidad, porque cuidadito se le olvide tomarlos porque seguro su cuerpo colapsa.

Por otro lado en los pueblitos donde este negocio no ha expandido su red de mentiras, viven en humildad los famoso y perseguidos “curanderos” pero con ellos la historia es diferente, usted cae enfermo, al desconocer sus síntomas y remedio para los mismos, asiste al curandero (también les dicen chamanes, que solo trabajan para el bien común y en pro de la salud, asi que ya vaya desechando –querido lector cualquier otra idea absurda que tenga en su cabezota sobre este concepto, yo conozco a muchos y eso hacen, trabajan para el bien común, la sanidad común) que no se encuentra en ningún edificio blanco que apesta a muerte ni dentro de una oficina llena de diplomas que le dan aunque se haya hecho pendejo todo su ciclo escolar y libros que ni lee, no, usted llega (por rumores e indicaciones de la misma gente del pueblito) a su humilde casa donde lo encontrara trabajando, sin bata blanca pues no le interesa figurar ni seguir patrones, él lo atenderá, le brindara algún remedio, le invitara a que usted mismo se cure con recomendaciones, le mostrara la causa de sus padecimientos que radican en usted mismo, nada de bichitos que se le meten, la cooperación es voluntaria, a veces ni cobran, usted aprende, se vuelve responsable de su cuerpo, estará alerta de sus actos y emociones (las que realmente hacen que usted se enferme) descubre que la fuente de toda enfermedad en usted es usted mismo, si cae enfermo otra vez buscara el remedio casero que le compartió el curandero, se curará usted mismo, obtiene experiencia y compartirá lo aprendido.

La diferencia entre ambos casos es que uno es un negocio, el otro es mero servicio.

Y adivine –querido lector quienes son los perseguidos, los acusados de demonios, de brujos, de paganos, de males, de indios, menospreciados, discriminados, odiados…

Y quienes son a los que veneran, que les dan premios, diplomas, sueldos, riquezas, les dicen héroes, hazles caso, los buenos….. “Quédate en tu casa”

¿Ya entiende la función de la OMS? (organización mundial satánica)

Vaya Méxicanitos que ideas tan radicales tienen, a lo bueno le dicen malo y a lo malo le dicen bueno, a la luz llaman tinieblas y a las tinieblas luz.

El supuesto BUENO disque estudió y consiguió su puesto para sí mismo, el MALO no trabaja de doctor, solo sabe aliviar y te ayuda, el BUENO no te ayuda si no pagas, el MALO primero te ayuda y luego vemos, lo importante es tu salud, el BUENO trabaja para sus patrones, el MALO para su gente, el BUENO quiere llenar su cartera, el MALO quiere llenar el planeta de hombres y mujeres sanos, ni cartera tiene, ¿Ya entiende querido lector de qué lado está usted? ¿A quién le hace caso? ¿A quién adora?

Acá sale a relucir una gran pregunta, usted querido lector (sobre todo lo ya dicho) ¿sabe sanarse o sabe sanar su cuerpo?

(Yo me pregunto, ¿entonces para que escuchan a zona ganjah)

¿Se ha puesto –querido lector- a analizar sus síntomas y buscar en el trasfondo la causa de ellos? ¿Escuchar el canto de su cuerpo al comunicarle –en forma de dolores- la falta de armonía que lleva dentro? ¿O en su lugar se paniquea (asusta) y corre al doctor? ¿O peor, interpreta sus síntomas y se auto-medica o mejor dicho se auto-droga?

Nunca es tarde para aprender, hoy por hoy puede encontrar información muy valiosa en las redes, es su cuerpo, experimente, descubra por sí mismo o por sí misma, no se arrepentirá.

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN (EL IMPERIO DE LA MENTIRA)

No es nuevo esto de que en la TV solo hay basura, chatarra inservible y que es un medio sumamente controlado, aunque en apariencia figuren una batalla de televisoras, es solo para meter la idea de competencia en su cabezota –querido lector- y hacerle creer que usted elige el contenido, pero claro que para nada condeno el estiércol televisivo, porque más allá de la manipulación que implementan, las mentiras, la hipocresía, la violencia, la lujuria, la estupidez, el racismo, la intolerancia y desinformación vestida de cultura, no es más que un medio de entretenimiento, y como tal, cualquiera tiene la libertad de consumirlo a voluntad, ya sea para material de estudio, para evidenciar la decadencia humana o simplemente por ocio, como ya mencione, para entretenerse un rato, el gran problema es que han creído que se trata de un medio de información verídica o mejor dicho, de educación, y aquí entra el comportamiento compulsivo humano pues ¿Cuántas horas pasa consumiendo esta chatarra? Y ya de paso ¿de aquí proviene su principal fuente de información?

-“Es que lo dijeron en la TELE”
-“En las noticias dijeron esto”
-“Dijeron que el semáforo”
-“Y el semáforo”
-“Y el semáforo”
-“Y el semáforo”

Ahora, ya sabemos que la comida chatarra en abundancia hace daño y hasta puede enfermar y ¡ojo! no porque le digan “comida” quiere decir que es alimento, el problema es que tanto lo dicen que ya se “normalizo” y ahora creen que es alimento cuando de alimento nada tiene, “chatarra” es, pero algo interesante, ¿qué pasaría si no solo por la boca entra alimento? Pues, lo que escucha, ve y puede oler también funge como alimento, porque ha de saber –querido lector que la mente también se enferma, me atrevo a decir que es donde más mal estamos hablando de salud, o ¿me va a decir que un tipo que asesina a otro goza de buena salud mental? O un político que miente, roba, es alcohólico y vende su patria al extranjero ¿tiene una buena salud mental? O que pasa si un grupo de disque pasivos pasajeros del transporte público golpean sin piedad a su semejante en el momento justo que la vida les pone a prueba que tan aptos para DAR son ¿gozan de salud mental? O peor, un grupo de personas que gozan y disfrutan de ver estos actos, observando desde su morbo la violencia vestida de justicia y que de justicia nada tiene si no de acto criminal ¿tienen salud mental?

¿Qué tiene que ver con el contexto principal?

Pues es aquí donde radica la principal fuente de Educación, porque muy a pesar de que para nada debería serlo, si pretende serlo, a tal grado de que hoy por hoy se planea transmitir incluso un canal “educativo” supuestos programas estudiantiles para que su pobre hijo esté aún más pegado a dicho aparato y desde ya adopte la idea de que la TV es quien lo educara… lamentable ¿hasta donde piensa llegar querido lector por ese miedo a una partícula invisible?

Si de por sí ya es deplorable que en un canal de programación dedicada a los infantes transmitan spots, publicidad y campaña política, vociferando odio, vociferando mentira, hipocresía y amenazas típicas de los gusanos mediocres, prostitutas que tras aceptar el dinero del mismo pueblo aceptan escupir odio a otro candidato en esa lucha por el poder…..bravo IPN, bravo.

Es usted mismo querido lector, el que se condena, el que se pone la soga al cuello al creer en las mentiras de la TV y de sus mediocres redes sociales que ya se están convirtiendo en la otra TV, que poco a poco van implementando la filosofía Adolfo Hitler con propaganda vestida de moda, tendencia, “normalidad” que no es más que control, hasta acostumbrarlo a verla y la adopte como vida.

¿Quién diría que el rastrero regueton (y digo rastrero por su densa naturaleza energética de baja frecuencia) es ahora lo “Normal” de sonar en radio y TV cuando otrora fue tan criticado y condenado por los mismos que ahora lo aplauden? (si, no sé cómo se escribe y ni me interesa saberlo)

He aquí la hipocresía de estos medios, disfrazando todo de cambio, moda, tendencia y vanguardia cuando la misma basura ha sido desde siempre, la misma red demoniaca que parasita el medio y las mentes débiles, luchando por la mentira, por la esclavitud mental, por la obediencia, por el miedo de las masas.

¿Qué pasa cuando aparece alguien a decir lo contrario a ellos? Lo Ridiculizan.

La nueva crucifixión, no hace falta mandarlos a callar a filo de espada o plomo ardiente, no, basta mandar a sus esbirros nefastos, sus íconos más soberbios, mas obedientes, ídolos del estiércol a iniciar la burla colectiva, utilizando el poder del medio televisivo diciéndoles a sus mediocres espectadores que está bien y que mal, que es verdad y que es mentira, desprestigiando la opinión diversa.

Ya está más que comprobado –a nivel histórico y al menos personal- que el sistema de “educación” que tiene México (si, centrémonos en mi México) es un fracaso, los frutos de dicho árbol están podridos, no sirven, hacen daño, crea criminales, moral falsa, crea separación, fue diseñado para crear control, y como choca con el natural y portentoso sentido de libertad que posee el humano, crea confusión, locura y un sinfín de desaciertos que suelen llamar “defectos” o malas conductas, creando un pinche desmadre social donde unos se creen más que otros a nivel “humano” se creen más evolucionados, más inteligentes, más fuertes, más bellos, mas espirituales, mas buenos, más hombres , más mujeres, más femeninos, más amables, más sabios, más malvados, más crueles, más locos y hasta más pendejos, basta mirar a tu alrededor y lo reconocerás, esa “educación” que nos hace creer que somos buenas personas, esa que se instala en la psique interpretando su entorno, y he aquí el problema, que teniendo este sistema como base o cimiento, queremos interpretar nuestra vida, y si, ya sé que lo repetí, era preciso hacerlo.

Esto es tan importante porque ese árbol educativo ya está podrido, y usted querido lector teniendo como cimiento esa información errónea, precisa de querer interpretar su vida y la de los demás, ya sea en su nueva educación, en su relación o matrimonio, en su carrera laboral y hasta en su camino espiritual.

La “Educación” no es más que información, los recuerdos, los ideales, las creencias, es información precisa, obtenida de nuestro entorno, reservada y aplicada, a veces favorable, en otras desfavorece y se requiere cambiarla, el problema es que en lugar de tomar esta información como herramienta, se adopta como verdad absoluta, y basta ver a los demás borreguitos balar en el mismo tono para unirse al desafinado coro de la esclavitud, porque quien cree ciegamente en esa “educación” no es más que un esclavo.

Por supuesto que todo esto es solo una pequeña parte del problema, hay miles de cosas que atender, mas sin embargo este tema de la farsa pandemia es la que hoy hay que eliminar, pues hoy por hoy querido lector se está dejando llevar por la corriente de mentiras, paranoia e histeria colectiva de la muchedumbre y los mentirosos medios de comunicación, que cual estampida fatal lo conducen a usted –querido lector al borde del abismo, la propuesta es dejar de tener miedo, darle las espalda al miedo, a la inseguridad, a la preocupación, darle la bienvenida al amor, a la seguridad, a la bienaventuranza, a la vida.

Está farsa solo terminara al unirnos todos contra ella, poniendo en evidencia la verdad, siendo el ejemplo de ella, no el ejemplo de obediencia, sino el ejemplo de la vida, y es aquí donde se requiere de su poder de voluntad divina, de decisión, invocar la verdad, dar la vida por la verdad, dar la vida por la libertad, dar la vida por el amor.

Viene a mi mente el bien amado nazareno, el maestro Jesús, y me parece gracioso que los cristianos más acérrimos le temen a la vida cuando el ejemplo de ella podría ser, o usted querido lector ¿se imagina al maestro Jesús atendiendo y sanando a leprosos con un ridículo cubre bocas?.

La farsa del COVID

Hoy la tristeza es más que nunca, hoy van gustosos y risueños con su bozal de oro.

Usted sabe querido lector ¿Cuánto tiempo debo estar expuesto para contagiarme? Y ¿expuesto a qué?

A decir verdad y repitiéndolo nuevamente, no he creído en esta farsa desde el principio, debido a esto me he negado a usar el cubre-bocas, ese peculiar bozal que hoy por hoy llevan ya como una prenda más de su vestuario, hoy por hoy debe combinar con sus banales harapos, un bozal que vaya con su personalidad, unos caros, otros baratos, pero bozal al final, “será jaula de oro pero no dejara de ser prisión” dice la canción.

Desde el inicio no lo he usado, así he salido a la calle, he viajado en trasporte, en el metropolitano y aquí sigo, así que para que lo sepa querido lector, es una mentira que si no usa un ridículo bozal usted se contagiara, es una mentira como mentira es que de no sentir síntomas usted es portador, pues llevo 6 meses sin guardar distancia y mi amada compañera y amados familiares se encuentran aquí sin síntoma alguno, es mentira querido lector, es mentira, no importa cuántos argumentos utilice, no importa cuántos familiares se le enfermen, cuantos conocidos se le mueran, las enfermedades no funcionan así, este es mi experimento, mi investigación, la que he hecho con mi cuerpo, con mi vida, y esta es mi verdad, salgo sin miedo al mundo a respirarlo, a abrazarlo (si supiera usted querido lector cuanta luz genera al dar un abrazo) a vivirlo plenamente, no podrá convencerme, no podrá hacerme claudicar, no me arrastrara a una vida de temor y preocupación, ya me he convencido, a esta farsa hay que darle la espalda, luchar por la verdad, morir por la verdad, vivir con libertad.

No pongo en duda ni niego la existencia de aquellas células denominadas “Virus” convivimos con ellas desde siempre, y así sea una bacteria creada por el creador del “Windows” que no puedes dejar de usar, un cuerpo hecho en la conciencia no se enferma, un cuerpo sano no sucumbe a virus, ni pandemias ni a pestes ni a males de ojo ni a brujería ni a nada de eso, y esa es la invitación, nuevamente, abordar al amor, amarse unos a otros, “Amaos los unos a los otros” brillando en la conciencia las tinieblas se dispersan.

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